domingo, 21 de abril de 2013

Un bailarín debe acostumbrarse a saber qué come”

Un bailarín debe acostumbrarse a saber 

qué come”





El equilibrio en la dieta es fundamental, y, aunque existen principios generales de la dieta que son comunes en todos los individuos, en el caso de los bailarines existen necesidades adicionales. 

Una dieta equilibrada aporta al cuerpo los nutrientes necesarios para su funcionamiento y un entrenamiento bien realizado capacita al organismo para la utilización adecuada de sus reservas de combustible. 

También la dieta como modulador del peso corporal contribuye a favorecer el buen rendimiento y evitar lesiones.

DIA MUNDIAL DE LA ACTIVIDAD FÍSICA








La inactividad física es el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad mundial. La inactividad física está aumentando en todo el mundo, tanto en los países de ingresos elevados como en los de ingresos bajos y medianos.






La OMS ha hecho recomendaciones sobre la cantidad óptima de actividad física, pero hacer alguna actividad siempre será mejor que ninguna.

 Las personas inactivas deben comenzar con pequeñas cantidades de actividad física e incrementar gradualmente su duración, frecuencia e intensidad.Todos los sectores y todos los niveles de gobierno, los asociados internacionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado tienen una función esencial que desempeñar en la conformación de entornos saludables y la promoción de la actividad física.



El baile no es sólo una actividad divertida: es un aliado para cuidar nuestro corazón y mantener el cuerpo en forma. Sube el volumen y muévete al ritmo que más te guste.

Aquellas personas que se resisten a la actividad física “tradicional”, como las rutinas de gimnasio y la práctica de deportes, encuentran en la danza una solución completa. Bailar es una fuente de beneficios para nuestro cuerpo, y nos hace bien tanto física como emocionalmente.

Beneficios físicos:


Como cualquier actividad moderada que se realice diariamente y en forma programada, puede mejorar significativamente la salud, contribuir al bienestar y potenciar la calidad de vida. Invertir tan sólo 30 minutos diarios para llevar a cabo un ejercicio tan dinámico como bailar pone en actividad varios grupos musculares a la vez. 

¿Por qué? 

Porque requiere una movilidad completa de todas las partes del cuerpo –piernas, brazos, cintura, cadera–, lo que mejora nuestro tono muscular y el estado de las articulaciones, que se tornan, con la constancia, cada vez más ágiles y flexibles. 




La práctica regular de la danza también ayuda a estimular la circulación sanguínea, mejorar el sistema cardiovascular, aumentar la capacidad pulmonar, regular la tensión arterial y favorecer el equilibrio.
 

Al quemar calorías, contribuye a la pérdida de peso. La cantidad de calorías eliminadas en media hora de baile es mayor que la quemada en media hora de bicicleta, caminata (calculando 6 km por hora) o realizando un entrenamiento con pesas.


Aquellas personas que se resisten a la actividad física “tradicional”, como las rutinas de gimnasio y la práctica de deportes, encuentran en la danza una solución completa. Bailar es una fuente de beneficios para nuestro cuerpo, y nos hace bien tanto física como emocionalmente.










Si hay un entorno favorable  el aumento de la


 actividad física es beneficioso para la salud en

todos los grupos de edad.